8.2 The pH of the salt solution shall be such that when atomized at 35 °C (95 °F) the collected solution will be in the pH range from 6.5 to 7.2 (Note 4). Before the solution is atomized it shall be free of suspended solids (Note 5). The pH measurement shall be made at 23 °C ± 3 °C (73 °F ± 5 °F) using a suitable glass pH-sensing electrode, reference electrode, and pH meter system in accordance with Test Method E70. pH measurement shall be recorded once daily (except on weekends or holidays when the salt spray test is not interrupted for exposing, rearranging, or removing test specimens or to check and replenish the solution in the reservoir). The maximum interval between pH measurements shall not exceed 96 hours. Only diluted, reagent grade hydrochloric acid (HCl) or reagent grade sodium hydroxide (NaOH) shall be used to adjust the pH.

8.2 El pH de la solución salina debe ser tal que, al ser atomizada a 35 °C (95 °F), la solución recogida esté en el rango de pH de 6.5 a 7.2 (Nota 4). Antes de atomizarse, la solución debe estar libre de sólidos suspendidos (Nota 5). La medición del pH debe realizarse a 23 °C ± 3 °C (73 °F ± 5 °F) utilizando un sistema adecuado de electrodo de vidrio sensible al pH, electrodo de referencia y medidor de pH, de acuerdo con el Método de Prueba E70. Las mediciones de pH deben registrarse diariamente (excepto fines de semana o días festivos, cuando la prueba de niebla salina no se interrumpe para exponer, reacomodar o retirar especímenes, o para revisar y reponer la solución en el depósito). El intervalo máximo entre mediciones de pH no debe exceder las 96 horas. Solo deben usarse ácido clorhídrico (HCl) diluido y de grado reactivo, o hidróxido de sodio (NaOH) de grado reactivo para ajustar el pH.

NOTA 4: La temperatura afecta el pH de una solución salina preparada con agua saturada con dióxido de carbono a temperatura ambiente. El ajuste del pH puede realizarse mediante los siguientes tres métodos:

1. Cuando el pH de una solución salina se ajusta a temperatura ambiente y se atomiza a 35 °C (95 °F), el pH de la solución recogida será más alto que el de la solución original debido a la pérdida de dióxido de carbono a mayor temperatura. Por lo tanto, es necesario ajustarlo por debajo de 6.5 para que la solución recogida después de la atomización a 35 °C (95 °F) cumpla con los límites de 6.5 a 7.2. Tome una muestra de aproximadamente 50 mL de la solución preparada a temperatura ambiente, hiérvala suavemente durante 30 segundos, enfríela y determine el pH. Al ajustar el pH de la solución salina a 6.5 a 7.2 con este procedimiento, el pH de la solución atomizada y recogida a 35 °C (95 °F) estará dentro de este rango.
2. Calentar la solución salina hasta ebullición, enfriarla a 35 °C (95 °F) y mantenerla a 35 °C (95 °F) durante aproximadamente 48 horas antes de ajustar el pH, produce una solución cuyo pH no cambia materialmente cuando se atomiza a 35 °C (95 °F).
3. Calentar el agua utilizada para preparar la solución salina a 35 °C (95 °F) o más, para expulsar el dióxido de carbono, y ajustar el pH de la solución salina dentro de los límites de 6.5 a 7.2, produce una solución cuyo pH no cambia materialmente cuando se atomiza a 35 °C (95 °F).

NOTA 5: La solución salina recién preparada puede filtrarse o decantarse antes de colocarla en el depósito, o el extremo del tubo que conduce la solución al atomizador puede cubrirse con una doble capa de gasa para evitar que se obstruya la boquilla.

NOTA 6: El pH puede ajustarse mediante la adición de soluciones diluidas de ácido clorhídrico de grado reactivo ACS o hidróxido de sodio.

El apartado 8.2 de la norma ASTM B117 establece un marco técnico fundamental para el manejo del pH de la solución salina utilizada en pruebas de niebla salina, un procedimiento clave en la evaluación de la resistencia a la corrosión de materiales y recubrimientos. Estas directrices garantizan que las condiciones de prueba sean precisas y reproducibles, asegurando que los resultados reflejen con fidelidad el comportamiento del material en entornos corrosivos simulados.

El control del pH es especialmente crítico, ya que la composición química de la solución salina influye directamente en el desarrollo de la corrosión. Para cumplir con los estándares, la solución debe prepararse y ajustarse rigurosamente, manteniéndose dentro de un rango de pH de 6.5 a 7.2 tras la atomización a 35 °C (95 °F). Además, la norma especifica procedimientos detallados para la medición y ajuste del pH, así como la eliminación de sólidos suspendidos, garantizando un entorno de prueba controlado y uniforme. Esta sección subraya la importancia de un manejo adecuado de la solución para evitar variaciones que puedan comprometer la validez de los ensayos.

El apartado 8.2 de la norma ASTM B117 establece directrices detalladas para la preparación, medición y ajuste del pH de la solución salina utilizada en pruebas de niebla salina, con el objetivo de garantizar consistencia y validez en los resultados. El control del pH es crucial ya que la composición química de la solución influye directamente en la corrosión de los especímenes durante la prueba. La solución debe prepararse de manera que el pH de la solución recogida tras la atomización a 35 °C (95 °F) esté en un rango de 6.5 a 7.2, asegurando condiciones controladas que simulan de manera precisa entornos de corrosión en un laboratorio. Además, la solución debe estar libre de sólidos suspendidos antes de atomizarse para evitar obstrucciones en las boquillas del atomizador.

La medición del pH debe realizarse a una temperatura de 23 °C ± 3 °C (73 °F ± 5 °F), empleando un sistema que incluya un electrodo de vidrio sensible al pH, un electrodo de referencia y un medidor de pH, en conformidad con el Método de Prueba E70. Estas herramientas aseguran la precisión de la medición y minimizan posibles errores. Las mediciones de pH deben registrarse diariamente, excepto en fines de semana o días festivos cuando no se interrumpa la prueba. No obstante, el intervalo máximo entre mediciones no debe exceder las 96 horas para mantener la consistencia química de la solución a lo largo del ensayo. Para ajustar el pH, la norma permite exclusivamente el uso de ácido clorhídrico diluido de grado reactivo (HCl) y hidróxido de sodio de grado reactivo (NaOH), garantizando la pureza química y evitando la introducción de contaminantes que puedan afectar los resultados.

Métodos para Ajustar el pH Considerando los Efectos de la Temperatura

La norma incluye tres métodos para ajustar el pH y considerar la pérdida de dióxido de carbono (CO₂) al calentar la solución durante la atomización:

1. Ajuste a temperatura ambiente: Dado que el pH de la solución recogida será más alto que el de la solución original al atomizarse a 35 °C (95 °F), se recomienda ajustar el pH por debajo de 6.5 a temperatura ambiente. Para verificar, se toma una muestra de 50 mL, se hierve suavemente durante 30 segundos, se enfría y se mide el pH. Este procedimiento asegura que, tras la atomización, el pH de la solución recogida esté dentro del rango de 6.5 a 7.2.
2. Ebullición y enfriamiento: Este método implica hervir la solución, enfriarla a 35 °C (95 °F) y mantenerla a esta temperatura durante 48 horas antes de ajustar el pH. Esto estabiliza el pH y elimina variaciones causadas por la pérdida de CO₂ durante la atomización.
3. Calentamiento del agua: Antes de preparar la solución, el agua se calienta a 35 °C (95 °F) o más para expulsar el CO₂. Luego, se ajusta el pH dentro del rango de 6.5 a 7.2. Este método asegura que la solución no experimente cambios significativos de pH durante la atomización.

Procedimientos Adicionales para la Preparación de la Solución

Para evitar problemas durante el ensayo, la solución salina debe estar libre de sólidos suspendidos. Esto se puede lograr mediante filtración o decantación antes de colocar la solución en el depósito. Alternativamente, se puede cubrir el tubo que conduce la solución al atomizador con una doble capa de gasa, lo que previene la obstrucción de las boquillas y asegura un flujo constante y uniforme de niebla salina.

Impacto del pH y la Temperatura en las Pruebas

El control preciso del pH es fundamental para simular condiciones realistas de corrosión. La temperatura afecta directamente el equilibrio químico de la solución debido a la pérdida de CO₂, lo que hace necesario implementar ajustes específicos en el pH antes de la atomización. Una solución cuyo pH está fuera del rango especificado puede producir resultados no representativos, comprometiendo la reproducibilidad y precisión de la prueba.

Además, la norma enfatiza la importancia de usar herramientas y procedimientos estandarizados, como el Método de Prueba E70, para garantizar que todas las mediciones sean consistentes y cumplan con los requisitos técnicos. Esto incluye la calibración regular del medidor de pH y la verificación de los electrodos utilizados en el sistema de medición.

El apartado 8.2 de la norma ASTM B117 resalta la importancia del manejo preciso del pH de la solución salina en pruebas de niebla salina, garantizando condiciones controladas que reflejen con exactitud el comportamiento de los materiales en ambientes corrosivos. Al establecer un rango de pH específico (6.5 a 7.2) y métodos claros para su ajuste, la norma asegura la reproducibilidad y validez de los resultados, aspectos cruciales en aplicaciones industriales y de investigación.

Además, los procedimientos relacionados con la medición del pH, el uso exclusivo de compuestos químicos de grado reactivo, y la eliminación de sólidos suspendidos demuestran un enfoque integral para minimizar variables externas que puedan comprometer las pruebas. Estos lineamientos no solo optimizan la consistencia de las condiciones de exposición, sino que también brindan flexibilidad a través de métodos alternativos para estabilizar el pH en función de los efectos de la temperatura. En conjunto, estas directrices convierten a la ASTM B117 en un referente confiable para evaluar la resistencia a la corrosión, apoyando la selección de materiales duraderos en aplicaciones críticas.