El material de construcción utilizado en los componentes de la cámara de niebla salina debe ser cuidadosamente seleccionado para evitar cualquier interferencia con las propiedades corrosivas de la niebla salina generada. Si el material de la cámara o de los soportes internos reacciona con la solución salina o altera su composición química, podría afectar negativamente la precisión de la prueba de corrosión. El material debe ser lo suficientemente resistente y químicamente inerte para garantizar que no se produzcan interacciones no deseadas que comprometan los resultados.

En la industria automotriz, las cámaras de niebla salina suelen estar hechas de materiales como el PVC o el vidrio reforzado con plástico, que no reaccionan con la solución salina. Esto garantiza que los resultados de las pruebas de corrosión en componentes metálicos, como las piezas de carrocería, reflejen únicamente el comportamiento de los materiales probados, sin interferencias externas.
En la industria aeroespacial, donde se prueba la durabilidad de materiales y recubrimientos avanzados, el uso de cámaras construidas con materiales inertes asegura que las pruebas de corrosión simulen condiciones reales, sin afectar los recubrimientos de las aleaciones ligeras como el aluminio, que se utilizan en los fuselajes de aeronaves.

«Cumplir con esta recomendación asegura que las pruebas de corrosión realizadas en la cámara de niebla sean precisas y fiables, ya que los materiales de construcción no alterarán las propiedades corrosivas de la niebla. Si no se sigue esta precaución, los resultados podrían verse comprometidos por la interacción de los materiales de la cámara con la solución salina, lo que resultaría en datos de corrosión erróneos. Esto podría llevar a una sobreestimación o subestimación de la durabilidad del material probado, afectando decisiones de fabricación y rendimiento del producto final.
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